🎤 podcast
Un amigo mío que regresó de una misión en el extranjero, vino con pasta suficiente para comprarse, por fin, un coche. -Oye, acompáñame que quiero comprarme un BMW y tú sabes de eso-. Así que cogimos mi coche y fuimos a la dirección que me dio en un polígono de Madrid. Siempre fue un verdadero playboy y quería un coche acorde a su estilo.
Cuando llegamos al sitio, era una nave industrial con un letrero bastante poco elaborado, sin escaparate ni nada. Una reja y una portalona abierta que dejaba ver varios coches en su interior. Sin salir del coche, le miré. Me miró. Le pregunté: -¿esto es BMW?-. Me contestó: -Bueno…-. ¡Ajá! Ahí está la palabra maldita… “bueno”. El comienzo de la sospecha y la disculpa.
¿Dónde estaba lo extraño? Pues que no era una marca reconocida ni había dónde reconocerla: ni web, ni redes… Su branding era 0 patatero. El branding no es un postre de chocolate. Es un conjunto de acciones con las que una empresa construye su marca para distinguirse de la competencia ante el consumidor.
De ahí que mucha gente nos pregunte: -¿qué es mejor, redes sociales o web?-. Todo. Si falta algo, aparece el “bueno…”, luego viene el “feo” y después el “malo”. Vamos, que no vendes ni por recomendación. ¿Qué aporta el branding? -ayuda a definir cómo será percibida tu empresa en todos sitios -marca todas las acciones de comunicación que haya que hacer online y offline -te diferencia de la competencia -ayuda a fidelizar a los clientes -da mayor sensación de calidad a tus servicios y productos
El branding es lo primero que trabajamos cuando nos ponemos a trabajar con un nuevo cliente. ¿Tienes dudas? Puedes escribirnos un mail o usar nuestro grupo de Telegram para preguntar. Y si te animas, suscríbete a nuestro blog.
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